Ese día estaba muy muy agobiada buscando regalos para mi familia, material que necesitaba urgentísimo para una fiesta que se celebraba en pocas horas, el pavo relleno, tinta para la impresora (que me dejó tirada a última hora), antifaces hawaianos en plena Navidad... y, de repente, subo la calle Alfonso y me encuentro con esta maravilla:
Hace algunas semanas lo mismo. Se me ocurrió meterme por Echegaray, tenía que hacer muuuchos recados cargada hasta los topes en muy poco tiempo, las queridas obras del tranvia no me lo pusieron nada facil. Decido cortar por la Lonja para atravesar por la Pl. del Pilar y de repente:
Y esta semana, de momento por última vez, lo volví a ver: ganchillo en los cañones del Corte Inglés!!
Ya veis que no hace falta un gran presupuesto, ni una gran obra de ingenieria. Tan solo fusionar la ilusión con el ingenio y de ahí saldrá una pócima mágica que hará, por lo menos, ser un poquito más felices e, inevitablemente, hacer un poquito más felices a los demás.
Ánimo Urban Knitting Zaragoza, me muero por ver vuestro siguiente asalto!
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